Un general y dos personas muertas forman parte del bloque de testigos que Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos, armó que presenciaron diversos momentos clave del entramado de sobornos que, denunció, era encabezado por Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray.
El funcionario detalla, en su denuncia ltrada la víspera, que el general Roberto Miranda, exjefe del Estado Mayor Presidencial, atestiguó en 2012 una reunión entre Peña Nieto y Marcelo Odebrecht en la casa del empresario en Sao Paulo, Brasil.
También menciona que Fabiola Tapia, socia de Odebrecht, y su jefe de ayudantes, José Velazco, fallecidos en mayo de 2014 y diciembre de 2013, respectivamente, atestiguaron el trasiego de efectivo para sobornar legisladores.
Para acreditar sus dichos, se comprometió a presentar como testigos a su secretario particular, Rodrigo Arteaga Santoyo; Francisco Olascoaga, exjefe de departamento en Pemex, y Norberto Gallardo, miembro del Estado Mayor Presidencial y quien fue su jefe de escoltas.
En la red de corrupción que detalló y en la que señaló a tres expresidentes de la República, el exdirector de Pemex relató diversas reuniones, entregas de dinero y pactos que vivió desde la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y durante su paso por la dirección de la petrolera.
Tras negociar con Odebrecht el nanciamiento a la campaña de Peña Nieto por un monto de 4 millones de dólares, “en un evento que hubo en el Camino Real en Polanco con el sector privado, durante la campaña, el señor Luis Weyll [sic; exdirector de Odebrecht México] y el señor Roberto Bishop, este último director General de Braskem México, me pidieron que los llevara a saludar a Enrique Peña Nieto de forma personal, al concluir el
evento, siendo que Luis Weyll y Roberto Bishop le dijeron a Peña Nieto: ‘Estamos con usted y cuente con nosotros’, a lo que Peña Nieto les contestó: ‘Muchas gracias por el apoyo que nos han dado’. Ese diálogo para Luis Weyll [sic] y Roberto Bishop era más que suciente para entender que Peña Nieto estaba perfectamente enterado de las aportaciones que darían”, relató Lozoya.
Reconoció que para recibir el dinero que Odebrecht inyectó a la campaña, se creó una cuenta a nombre de la empresa Latin America Asia Capital Holding, Ltd., y que uno de los depósitos por 850 mil dólares fue realizado con dinero que proporcionó Fabiola Tapia Vargas, socia de Odebrecht y quien falleció en mayo de 2014; el dinero fue destinado a pagar consultores extranjeros de la campaña presidencial del PRI en 2012.
Como testigo de estos hechos señaló a Rodrigo Arteaga Santoyo, quien en ese momento era su secretario particular. Ya como presidente electo, dijo, Peña Nieto realizó una gira en la que acudió a una comida en casa de Marcelo Odebrecht en Sao Paulo, Brasil.
A dicha reunión recordó que asistieron funcionarios de la SRE y el equipo de transición, entre los que se encontraban Ildefonso Guajardo, Luis Videgaray y el general Roberto Miranda, en ese momento encargado de la seguridad del entonces presidente electo y que sería después Jefe del Estado Mayor Presidencial,
actualmente agregado militar en la Embajada de México en España.
Sobre los recursos entregados a los legisladores panistas para la aprobación de la reforma energética, Lozoya señaló que hubo cantidades que llevaba personal que trabajaba con Fabiola Tapia a su jefe de ayudantes, José Velazco Herrera, fallecido en diciembre de 2013.
Dijo que las entregas fueron operadas por Francisco Olascoaga, jefe del Departamento Administrativo en la Dirección General de Pemex, a quien se comprometió a presentar también como testigo. Rerió además que Olascoaga tiene en su poder un video de las entregas de dinero.
Otros 6 millones de dólares provenientes de Odebrecht fueron depositados a una empresa llamada Zecapan, entre 2012 y 2014.
El exfuncionario señaló dos números telefónicos a través de los cuales supuestamente Ricardo Anaya y su colaborador Osiris Hernández lo extorsionaban para que el exdiputado panista apoyara las reformas estructurales. Añadió que Norberto Gallardo, quien era miembro del Estado Mayor Presidencial y fue su jefe de escoltas, entregó a Ricardo Anaya 6 millones 800 mil pesos y también será su testigo.
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